Medicina Integrativa

La Medicina Integrativa concibe al ser humano como un complejo indisoluble de carácter Físico, Mental, Espiritual, Ambiental y Social, características éstas, que explican la personalización de los tratamientos ofrecidos.

¿Que es la medicina integrativa?

El concepto de Medicina Integrativa se origina en los Estados Unidos como respuesta al creciente número de enfermedades crónicas y complejas que afectan a su población,  es  importante enfatizar que no se trata de una medicina diferente a la que ortodoxamente se ha venido practicando durante décadas,  es la misma medicina pero con un enfoque más amplio,  en el  que en un mismo escenario se logran  integrar las irrefutables bases científicas de la medicina alopática o convencional  incluida la Medicina Hiperbárica, por otro lado la parte nutricional en sus más altos niveles de complejidad (Nutrimedicina,  Nutracéutica, Nutrigenómica)  y los demostrados beneficios de las mal llamadas  medicinas alternativas (Medicina Biológica y Homotoxicología, Funcional, Ortomolecular, Homeopática, Terapia Neural, Osteopatía, Etc.); apoyada en la concepción integral del ser humano (físico, mental, espiritual, ambiental y social). Conjunto de herramientas diagnósticas y terapéuticas que permite manejar un mayor de número de patologías crónicas y complejas consideradas hasta hace poco, como de origen desconocido e intratables,  tanto por la Medicina Alopática como por las Alternativas, por si solas.

Este concepto aclara y desvirtúa toda una serie enfoques erróneos y lesivos que han rodeado a la medicina integrativa; los apasionados ortodoxos de las medicinas alternativas  las presentan como la panacea capaz de curar todas las enfermedades y además despotrican de la medicina alopática desconociendo sus bases científicas, por otra parte los acérrimos y psicorrígidos abanderados de la Medicina Alopática desconocen tajantemente  a las Medicinas Alternativas, argumentando que carecen de asidero científico y que por lo tanto se encuentra desprovista de efectos benéficos sobre la salud, considerando así a la Alopatía como  única ciencia médica de reconocimiento mundial ; en ambos casos los enfoques  tienden a ser superficiales y carentes de argumentos, puesto que la medicina alternativa en su esencia más primitiva, al desconocer las bases científicas propias de la medicina convencional, de manera irresponsable condena al paciente a riesgos innecesarios,  y la medicina alopática se equivoca desde las mismas entrañas universitarias al utilizar enfoques terapéuticos dirigidos de forma específica a las manifestaciones clínicas de una enfermedad sin tener en cuenta las causas que la generan y desconociendo de paso la condición natural   de integralidad del ser humano, si se tienen en cuenta que nuestras facultades enseñan una medicina segmentada donde cada Tejido, Órgano,  Sistema  son descritos de manera totalmente independientes, omitiendo la importancia de integrar estos complejos orgánicos funcionales y  desconociendo la interacción natural que existe entre ellos, lo que dificulta muchos diagnósticos y conlleva a tratamientos sindromáticos de efectos efímeros  perpetuando así la enfermedad,  haciéndola cada vez más compleja y de difícil manejo.

La Medicina Integrativa reconoce que las enfermedades crónicas y complejas son producto de la  pérdida de la homeostasis (equilibrio) orgánica, debido a la interacción entre factores genéticos, sociales  y medioambientales

Desde Hipócrates (El padre de la medicina 460-370 a. C.) al cual se le atribuye  el gran progreso en el  estudio sistemático de la medicina clínica que conocemos  hoy, ya se conocía el concepto de integralidad del ser humano, pues él lo consideraba producto de la interacción  indisoluble entre mente, cuerpo y espíritu;  prueba de ello en la actualidad  son los altos índices de patologías  mentales, endocrinas, neurodegenerativas, oncológicas e inmunológicas   originadas a partir de disfunciones del aparato digestivo, disfunciones que aparentemente no tendría nada que ver con la aparición de estas enfermedades crónicas y complejas de acuerdos a algunos detractores de la Medicina Integrativa;  por fortuna la comunidad académica y científica mundial  ya ha comenzado a dirigir su interés hacía la medicina integrativa, lo que se evidencia con la naciente cátedra de Medicina Integrativa que se introdujo en las 60 mejores Universidades de Estados Unidos y Europa   en los programas de pregrado, postgrados y maestrías debidamente aprobados, como respuesta al incremento de las enfermedades crónicas; además en Estados Unidos en 1998  se fundó el Centro Nacional para las Medicinas Alternativas y Complementarias, el cual en el año 2014 cambio el nombre por el de Centro Nacional para la Salud Complementaria e Integrativa. Para el periodo comprendido del año 2014 a 2023 la Organización Mundial de la Salud aprobó una estrategia a favor de la Medicina  Integrativa en los Sistemas Nacionales de Salud en el mundo, estrategias éstas acogidas por países  europeos altamente desarrollados como Alemania, Suiza, Suecia, Dinamarca, Francia, España, Etc.

En el  2017 se realizó una búsqueda bibliográfica  sistemática sobre medicina integrativa  en la Colección Principal de la Web Of Science en la base de datos Science Citation Index. Se encontraron 31.575 documentos de trabajos de investigación de medicina integrativa. Respecto a los documentos que están en el primer cuartil (Q1), tenemos un total de 12.169 trabajos de investigación, es decir, un 38,53% del total; evidencias científicas suficientes en las principales bases de medicina del mundo. Lo cual denota la importancia creciente de este nuevo concepto en el mundo. Haciendo referencia a nuestro país, la Sociedad Colombiana de Pediatría ha venido difundiendo ampliamente los beneficios de la medicina integrativa a través de eventos de participación masiva (Simposios, Congresos,  Etc.) patrocinados por diferentes laboratorios para que sus asociados conozcan más sobre este moderno enfoque y sus aplicaciones.

Algunos detractores por desconocimiento han intentado satanizar la Medicina Integrativa tildándola de Pseudociencia, sin tener en cuenta que uno de los grandes componentes de la misma,  son las bases científicas de la medicina convencional; lo que permite traer a colación la célebre frase del filósofo alemán Arthur Shopenhauer  “Toda verdad atraviesa tres fases: En la primera es ridiculizada; en la segunda, recibe una violenta oposición; y en la tercera es aceptada como algo evidente”.

No sobra  enfatizar, que los grandes descubrimientos y avances científicos  en los campos de la Inmunología, la Endocrinología, Neurología y otras   áreas, hacen parte  fundamental de los pilares de la  Medicina Integrativa, sin contar que desde hace algún tiempo se vienen publicando en los más prestigiosos órganos de divulgación científicas, resultados serios y bien fundamentados de investigaciones relacionadas con la Medicina Integrativa.

Un Médico Especialista o Magíster en Medicina Integrativa deberá ser capaz de hacer uso acertado, razonable y objetivo de las estrategias diagnósticas y terapéuticas avaladas por la Medicina Alopática y otras áreas como la Nutrimedicina, la Nutrigenómica y la Nutracéutica e igualmente tendrá la capacidad  de saber  integrar estos beneficios con las reconocidas bondades que le ofrecen las medicinas complementarias, lo que permite reducir significativamente  el descomunal gasto que generan los sistemas convencionales de salud en el mundo.

Es  menester dar a conocer a la comunidad en general, incluyendo algunos profesionales de la medicina, que  bajo ninguna  circunstancia se debe confundir la Medicina Integrativa con la Medicina Alternativa y/o Naturistas que comúnmente conocemos, dado a que éstas solo representan uno de los múltiples  recursos con los que cuenta la Medicina Integrativa; siendo esta última el escenario donde confluyen las dos escuelas.

  • No trata enfermedades sino pacientes enfermos crónicos y complejos
  • Considera al paciente como un ser integral en lo mental, físico, social, espiritual, ambiental, laboral.
  • La Medicina Integrativa conforma equipos en los que interactúan en pro del tratamiento familiares, paciente, médicos, amigos, etc. Creando óptimos entornos para el restablecimiento de la salud.
  • El tratamiento a seguir es consensuado con el paciente y familiares
  • Permite la participación activa de pacientes y familiares durante la consulta.
  • Está dirigida no solamente a abordar las manifestaciones clínicas de una enfermedad sino también a investigar y descubrir sus causas.
  • Representa la humanización de la medicina.
  • Se encuentra orientada a la restitución de la salud
  • Maneja enfermedades crónicas y complejas, lo que permite recuperar y mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes, cuyo manejo representa grande erogaciones económicas, lesionando gravemente el presupuesto destinado al sector salud.
  • Utiliza de manera acertada las estrategias de vida saludable y otros recursos para prevenir la enfermedad y promover la salud.
  • Las estrategias diagnósticas y terapéuticas son estrictamente personalizada, teniendo en cuenta que cada paciente representa un nuevo caso con características únicas respecto a los demás.
  • Enfoca al paciente como un todo, reconociendo que tanto la salud como la enfermedad son producto del desequilibrio entre los sistemas orgánicos y las emociones (Psico-Neuro-Endocrino-Inmunología).
  • Igualmente considera que no es suficiente la presencia de un agente agresor externo o interno para generar la enfermedad, sino que éste debe encontrar un terreno propicio para desarrollar su potencial lesivo.
  • Uno de sus pilares terapéutico se basa en la promoción y el restablecimiento de los mecanismos de autorregulación, es decir provee al organismo de las herramientas necesarias para que de manera autónoma se defienda del agente agresor.
  • Recupera la enorme importancia de la relación directa, personal y humana entre médico y paciente, entregándole al paciente el más importante rol.
  • Motiva y compromete al paciente, convirtiéndose en la piedra angular de su propio tratamiento, optimizando así la adherencia al mismo.
  • Facilita el abordaje multidisciplinario en beneficio del paciente

Podemos concluir que la Medicina Integrativa es el presente y futuro de la medicina, guardando la esperanza que en un corto periodo de tiempo las facultades de medicina se estructuren y asimilen los cambios que con el paso del tiempo se han venido dando en los países desarrollado con relación a la Medicina integrativa  y que por fin nuestros médicos independientemente de lo connotada y  lucrativa que sea la   Especialidad clínica o quirúrgica que ejerzan,  aprendan  a integrar conceptos anatómicos, fisiológicos y patológicos para que puedan algún día eliminar  de su diccionario el término “IDIOPÁTICO”, cuyo significado es el desconocimiento del origen o causa de una enfermedad, limitación ésta que genera impotencia y frustración, conllevando a instaurar tratamientos fallido que facilitan la complicación  de la enfermedad y la muerte de nuestros pacientes;  pero por sobre todas las cosas  comprender que el ser humano además de ser  un continente de  células, tejidos, órganos y  sistemas, también fue concebido con un módulo de emociones  cuya interacción con los componentes orgánicos mantienen el  equilibrio que  permite  la preservación de  la salud y la vida.

Filosóficamente pudiéramos decir que la medicina de alguna manera comienza  a regresar sobre sus propios pasos a sus orígenes, es decir a concebir al ser humano como un elemento único  e integral en lo físico, mental, espiritual, ambiental y social,  acorde con la visión hipocrática.